Gracias, Papa Francisco

Gracias, Papa Francisco

Desde Karit, solidarios por la paz, ONGd de la Familia Carmelita de España, nos unimos como parte de la Iglesia Universal a estos momentos de tristeza por el fallecimiento del Papa Francisco, a la vez que expresamos nuestro más profundo agradecimiento por su pontificado, su luz y su guía. En este momento mundial, que calificamos mas de cambio de época, que de época de cambio, ha sido, es y será, más necesario que nunca, la guía espiritual de quien, como el Papa Francisco, sepa vislumbrar la esperanza y marcar el sendero por el que caminar, para nosotros en concreto, en el camino de la solidaridad.

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Ya en su primera exhortación apostólica en 2013, Evangelii Gaudium (“La alegría del Evangelio”) nos instaba a iniciar una “nueva etapa evangelizadora” caracterizada por la alegría, la apertura misionera y la opción preferencial por los pobres. Nos recordó que la alegría, superando el pesimismo, la rutina y la tristeza, debe ser el sello de toda acción evangelizadora y empezó a acuñar signos distintivos que luego se han quedado en nuestras mentes y nuestros corazones como “Iglesia en salida”, enfatizando que no nos quedáramos en estructuras cerradas, ni en la autorreferencialidad, sino buscar a quienes están alejados y a los más necesitados. Siguió insistiendo en la “opción preferencial por los pobres”, pues no se puede anunciar el Evangelio sin poner a los pobres en el centro y por lo tanto nuestra misión debería estar marcada por la cercanía, la defensa y la justicia hacia los más vulnerables. Todo ello, nos retó a hacerlo mediante la transformación social y la denuncia de injusticias, reconociendo y delatando las estructuras económicas injustas, la “tiranía del mercado” y la exclusión social. De ahí surge todo el compromiso por la incidencia política, que es una parte de nuestro quehacer en la vida de nuestra ONGd.

En 2015 con la encíclica Laudato si nos amplió el radio del compromiso social al compromiso sociambiental porque “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” LS 139. Instauró un concepto nuevo en la Doctrina Social de la Iglesia con la Ecología Integral, que une la economía, la espiritualidad, el ambiente y lo social. Nos abrió los ojos a como actuar uniendo todo ello en nuestros proyectos, nuestras narrativas y nuestras preocupaciones como entidad de Iglesia.

Nos siguió guiando sobre como construir un mundo más justo, solidario y pacífico

con otra encíclica, Fratelli Tutti, en 2020. En ella se aborda el tema de la fraternidad y nos propone otro de los términos que llevamos indeleblemente marcados “la fraternidad y la amistad social” como las vías fundamentales para superar la crisis global y construir una sociedad en la que todos sean reconocidos como hermanos, más allá de fronteras, culturas o religiones. Tanto es así, que uno de nuestros lemas que nos definen está muy relacionado con ello: decimos de Karit que somos “Fraternidad que transforma” alineados  con la idea de Francisco de decir no al individualismo y a la cultura del descarte, otro de los términos que nos han quedado imprimidos dentro, puesto que nadie se salva solo y la suma de intereses individuales no crea una verdadera comunidad humana. En la encíclica nos recuerda otro de los valores de la Doctrina Social de la Iglesia: el reconocimiento de la dignidad de cada persona. Toda persona tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, independientemente de su origen, creencias o situación social. La dignidad humana es el fundamento de la fraternidad y la justicia social. Por lo tanto, nuestro camino debe ser la solidaridad y opción por los más vulnerables. El modelo del Buen Samaritano es central: invita a hacerse cargo de la fragilidad del otro, especialmente de los pobres, migrantes y descartados, y a construir una sociedad que incluya a todos. Otro de los modelos es Diálogo y encuentro, en esto coincidía con el consejo que el P. Miceal O´Neill, prior general de la Orden del Carmen, nos dirigía en el XXV aniversario de Karit: “tended puentes, cread espacios de diálogo.”

 

Somos solidarios por la paz. El Papa siempre nos ha recordado que la paz solo es posible desde la justicia, el diálogo y la cooperación internacional. Él siempre ha rechazado la guerra como solución y promovido el multilateralismo y el perdón. Muchas veces pidió construir puentes y no levantar muros. Nos llama a soñar y trabajar juntos por una humanidad más fraterna, solidaria e inclusiva. Su empuje en esta parte de nuestras ocupaciones y preocupaciones nos refrenda en que es una parte importante de la ONG carmelita.

En cuanto a los migrantes nos ha dejado los conceptos, siempre indelebles, que han sintetizado complejas realidades eclesiales, políticas y sociales: “Cultura del descarte”, “globalización de la indiferencia”, “Iglesia pobre para los pobres”, “Iglesia en salida”, “pastores con olor a oveja”, “ética global de la solidaridad”. Nos queda para siempre su luz en el magisterio sobre los migrantes, cuatro verbos “acoger, proteger, promover e integrar”, que se transformaron en indicaciones programáticas para afrontar una de las mayores tragedias de este siglo. Nuestro compromiso con este tema, a veces no muy concreto, nos invita a profundizar y no olvidar que es un reto que tenemos muy cercano.

Iglesia en salida, denuncia de las injusticias, fraternidad y diálogo, periferias, ecología integral, conversión para el cuidado de la casa común, riqueza y desarrollo al servicio de la pobreza, solidaridad y opción por los más vulnerables … tantas y tantas luces para nuestro caminar como Karit solidarios por la paz, que solo podemos decir junto a la Iglesia Universal: gracias Padre, gracias Francisco.

José luis Gutiérrez, Vicepresidente

 

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