Quizás sea porque bajo esos techos de chapa y cartón me he encontrado con personas alegres, que siempre tenían una sonrisa para regalarte … Quizás sea porque aunque son muchos los que viven con muy poco, siempre lo partirán contigo -a eso, allí, lo siguen llamando compartir-
… Quizás sea porque a pesar de más que vivir lo que hacen es «sobrevivir», lo pueden seguir haciendo porque por encima del vivir eligieron el «convivir»
… Quizás sea porque allá hay personas que un día decidieron dar su vida por los demás, sin pensar en enfermedades, sin pensar en vacaciones, sin pensar en todo lo que yo tengo, sólo pensando en cómo hacer un poco mejor la vida de los que tienen al lado
… Quizás sea porque las mujeres son valientes, porque luchan por sus hijos rodeadas a veces de un mundo cobarde, que calla ante las injusticias
… Quizás mi cabeza y mi corazón siguen mirando hacia atrás porque allí o allá, me lo han dado todo sin pedir nada o casi nada, que no es lo mismo pero es igual
… Quizás sea porque me han enseñado que una persona puede ser pobre pero ir con la cabeza bien alta, como el que camina sabiendo que no le debe nada a nadie, tan sólo al de «ahí arriba»… Toda esa gente es la que se quedó allá detrás, donde todavía están las estrellas
… ¿Y aun me atrevo a llamar a ese lugar «Tercer Mundo»?
José J. Santa. Vocal de voluntariado de Karit.