Anunciamos y denunciamos la situación de las personas
Hoy en nuestros Grito de Paz queremos acercaros la situación extrema que está viviendo Haití tras el paso del huracán Laura, en especial en la región de Anse-À-Pitre.
En esta región Karit colabora con el proyecto del dispensario médico Santa Teresita. Sus responsables locales las Hermanas Carmelitas de la Virgen María del Monte Carmelo nos cuentan que la crisis sanitaria del COVID 19 está siendo muy dura y ahora tenemos que añadir los devastadores daños causados tras el paso del huracán Laura.
Muchas casas están destrozadas y las personas han perdido sus pocos bienes que tenían. Esta situación llevará a que mucha gente viva en la calle hasta que se seque el barro y las inundaciones desaparezcan.
Las fuertes lluvias han roto el puente fronterizo entre Haití y República Dominicana, por lo que la comunicación con el país vecino es imposible, no pueden cruzar para ir al hospital ni para comprar en el mercado Binacional.
Tras el paso de la tormenta han muerto muchos animales y el agua ha arrasado muchos de los árboles frutales, llevándose la principal fuente de alimentación, los mangos, plátanos y aguacates. Esto generará una gran crisis alimentaria extrema.
A nivel sanitario hay que remarcar que hay un brote de gripe debido a esta situación y, por la similitud de los síntomas con el COVID 19 y la ausencia de PCR y test rápidos, se hace muy difícil el diagnóstico y el tratamiento de los enfermos.
La gente aquí no utiliza mascarilla ni distancia de seguridad ni mucho menos se lava las manos y no porque no quieran sino porque no pueden.
En Karit apoyamos la campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza”, y renovamos nuestro compromiso por trabajar con más ahínco en la justicia universal, en la atención a las personas más vulnerables, en la cooperación mundial, en la defensa de los derechos humanos y en el desarrollo sostenible. Estamos convencidos que «son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior» (Laudato Si 10).